Han vuelto tus palabras a mi mente
Resonaban huecas y vacías
El tiempo mata los latidos
Y seca el rubor de las mejillas
Lo que un día fue la vida
Otro día cambias por desidia
Cuando digas nunca piensa en siempre
Cuando digas siempre nunca lo pienses
Erase un corazón pegado a Aguas Vacías, cuando estaban llenas
ResponderEliminarErase un corazón sobre los caminos del alma
Erase un corazón que pudo hacerlo
Erase un corazón que era parte de nosotros
Erase un corazón que no se conformo
Erase un corazón que buscaba sólo tu paz
Erase un corazón que lo encontrara, sonreirá y lo sabrá
me encantó tus palabras, ¿ cual es tu blog españoleto que no lo veo en tu perfil?
ResponderEliminarNo tengo, prefiero degustar los que escriben y se expresan mejor, como es tu caso.
ResponderEliminarEn realidad esa poesía es tuya y de Quevedo, como has podido adivinar. Yo os he juntado sólo.
ResponderEliminarte salió muy bonita, gracias
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